Precios de locura

Dicen los que saben que si se compra mayor cantidad, se paga más barato por unidad. De esta manera, si compramos un kilo de arroz, pagaríamos más barato por kilo que si compramos dos bolsas o cajas de 500 gramos. Bueno, la nueva embestida de la inflación, modelo 2010, hace que algunos precios no sigan esa regla. Fíjense el “ofertón” que encontré en el Carrefour La Plata esta mañana. Una bolsa de 800 gramos de Nesquik cuesta $15,98, es decir que su precio por kilo es de 19,98. Sin embargo, opté por comprar dos bolsas del mismo chocolate de 360 gramos cada una, que me costaron $4,88 cada una, es decir que pagué $13,56 el kilogramo. Las bolsas más chicas no estaban en la puntera de la góndola y su precio estaba casi escondido. Tuve que correrlo para la foto. Creer o reventar, otra vez.

Cortinas de humo

El marketing está en todos lados. Más o menos profesional, pero está. En los carritos de la costanera porteña, por ejemplo. Un medio día hambriento decidí parar por allí, a pesar de su mala prensa. Mientras esperaba que me preparara un sándwich de lomito, el parrillero me advirtió que no era lomito, sino cuadril. Su sinceridad me sorprendió tanto, que decidí preguntarle por qué tenía grasa quemándose en la parrilla. “Marketing –me respondió- la grasa hace humo y tira un olor rico y si la gente no ve el humo, no para”. Fue entonces cuando me di cuenta que todos, absolutamente todos los carritos, despedían largas cortinas de humo.
El parrillero, además me tiró un par de datos interesante sobre cómo cambió el consumo en los carritos de la Costanera. Hace unos años, el chorizan era el rey. Hoy no se vende tanto. Su lugar fue ocupado por la bondiola. “Si no tenés bondiola, no trabajás”, me dijo.

Que grande esta tarjeta

El Cronista me confirmñó una sospecha: los bancos argentinos están entre los más caros del mundo. Un informe de Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile así lo revela, ya que muestra que los banqueros que operan en la argentina viven de cobrar comisiones y no de prestar dinero, función de la que se supone deben las entidades pagar la mayor parte de sus costos operativos.
Como explicamos en La marca y el deseo, cada vez que vamos a un cajero automático que no es de nuestro banco, estos señores y señoras se quedan con una comisión de entre 3 y 3,5 pesos. Una locura si se tiene en cuenta que con comisiones como estas, las entidades argentinas que inventaron el corralito equivalen a 38% de sus ingresos, cuando en promedio, en América latina (no en Estados Unidos o Alemania) es de sólo 28%.
Ni que hablar cuando por la tarjeta de crédito y la cuenta te cobran un paquete de $35.
Bueno, el informe también dice que sólo los banqueros de Suiza, Polonia y la República Checa superan a los argentinos en el cobro de comisiones.
Para mas datos, un estudio de Estudio Curat, Martínez Larrea & Asociados, que elabora su propio Índice de Comisiones Bancarias, el año pasado las tarifas que cobran los bancos a sus clientes aumentaron en promedio 13,4%, esto es, más que lo que subió el índice de inflación, que registró en el 2006 un incremento de 9,8%.
La cuestión empeora si se observa que desde junio de 2004, los banqueros acumulan un incremento en lo que cobran a sus clientes de casi 25%.

Día del consumidor con pocas quejas

La Nación nos recuerda que hoy es el Día del Consumidor. A su vez, El Cronista publica una interesante encuesta de la consultora Gallup "basada en 1.003 entrevistas a adultos de todo el país, muestra por un lado un alto grado de disconformidad respecto de la calidad de trato a los consumidores: el 43% de los encuestados cree que sus derechos se respetan poco, y un 38% adicional sostiene dice que nada. En definitiva, ocho de cada diez personas se sienten ninguneadas como consumidores".
Sin embargo, "sólo dos de cada diez personas transforma sus rezongos en quejas formales", es decir, sólo el 20% de los que se sienten estafados por algun comercio/marca, hace la denuncia ante algún organismo.
¿Será porque no se sabe dónde denunciar?
¿Será porque no hay incentivos para denunciar?
Como explica Daniela Hacker en la nota de La Nación, "Si encuentro una cucaracha en un yogur, denuncio a la empresa y le pido una indemnización", puede pensar un consumidor. Sin embargo, esto no es así. "La ley de defensa del consumidor no prevé indemnizaciones. Por un yogur con una cucaracha te van a entregar otro en perfectas condiciones. Podrás obtener una ganancia si en las conciliaciones llegás a un acuerdo con la empresa o si hubo un daño y hacés (y ganás) un juicio".


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Datos más seguros

La Nación nos cuenta hoy que la Corte Suprema de Justicia emitió un fallo por el que respaldó la normativa que prohíbe a las entidades emisoras de tarjetas de crédito develar los antecedentes financieros de los usuarios, "sin perjuicio de la obligación de informar lo que corresponda al Banco Central". Denegó así un recurso presentado por la Organización Veraz, proveedora de informes sobre riesgo comercial y crediticio. Los bancos y otras entidades de crédito tienen expresamente "prohibido informar" acerca de "la situación de incumplimiento de los titulares y beneficiarios de tarjetas" a las empresas que, como la Organización Veraz, manejan bases de datos de antecedentes financieros personales, dijo la Corte.

Veraz había presentado un recurso extraordinario ante la Corte luego de haber impugnado sin éxito, ante los tribunales de primera y segunda instancia, la ley 25.065, que regula diversos aspectos vinculados con el sistema de tarjetas de crédito, compra y débito.

A esto agregamos lo que decimos en el Capítulo 12 de La marca y el deseo: no existen las tarjetas de crédiro gratis.

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Caí otra vez

No hay caso. Con las ofertas de vinos siempre me pueden. En La marca y el deseo describimos cómo los supermercados nos distraen con las ofertas. Por ejemplo cuando la promo dice: llevando dos vinos, le regalamos otro. La foto incluye un tinto y un blanco de una misma marca pero cuando se llega a la caja se informa que para acceder a la generosa oferta hay que llevarse tres tintos o tres blancos.
Bueno, la semana pasada encontré una nueva: 20% de descuento en vinos si se lleva dos iguales, decía la publicidad. Claro, la pieza publicada en los diarios no indicaba, como los carteles sin membrete impresos con chorro de tinta en las góndolas, las 20 bodegas que no participaban de la promo. Obviamente, las 20 mejores bodegas.

Creer o reventar

Justo ayer cuando Clarín nos advertía sobre la enorme cantidad de brujos que hay prometiendo devolver amores no correspondidos (previo pago de hasta 3.000 pesos), en el suplemento Empleos de La Nación apareció el clasificado que promete hacer de los tarotistas y mentalistas argentinos materia exportable. Increíble.